¿Cómo o por qué nació la editorial?
Hacer libros es un deseo que tenía desde adolescente, cuando los hacía en formato tipo fanzine, con collages y textos propios. Muchos años después y con el bagaje sobre libros e historias (y varias materias de la carrera de Edición de la UBA) decidí que era el momento de llevar adelante ese sueño.
¿Por qué se llama así?
Haciendo lluvia de ideas (con distintas temáticas de palabras y frases) encontramos que un trapecio definía a la perfección aquello que buscábamos para construir el catálogo: formas irregulares, llenas de aristas, muy lejos de la perfección y la estandarización.
¿Tenían una idea predefinida del catálogo que querían tener o se fue haciendo a medida que publicaban?
Teníamos, y sostenemos, la idea original de la conformación de catálogo: nuevas miradas sobre el mundo y nuevas maneras de contar ese mundo.
¿Cómo seleccionan material?
Tenemos dos maneras de seleccionar: por un lado pedimos material a aquellos/as autores/as que nos gustan, esas primeras búsquedas salen desde nuestras propias lecturas. Por otra parte recibimos -a través de nuestra web- manuscritos. La selección se hace siguiendo el criterio original y con la clara -e indeclinable- consigna de que ese texto sea uno que quisiéramos tener en nuestra biblioteca personal.
¿Cuál es su mecánica de trabajo una vez seleccionado el autor/a que van a publicar?
El trabajo se hace desde dos lugares: desde la edición y desde el diseño. Por una parte, se trabaja sobre el manuscrito, no sólo en lo que se refiere a corrección orto tipográfica sino a una lectura que permita detectar aquellos elementos que permiten (o no) que la historia cuente lo que el/la autor/a quieren contar. Se trabaja codo a codo con les autores para llegar al manuscrito definitivo. Mientras tanto desde el área de diseño se va buscando el color que se utilizará para la tapa teniendo en cuenta gustos y tonalidades que lo caractericen (por ejemplo, la tapa de Colimba es de color verde militar)
¿Cuán integrado queda el autor/a en el proceso de trabajo?
La participación del autor/a es indispensable tanto a la hora de cerrar el manuscrito como a la hora de difusión. Una pequeña editorial necesita de todos los integrantes de la misma pata que sus libros lleguen al público lector.
¿Cómo deciden el diseño de tapa?
El diseño de tapa fue una idea propia que luego se plasmó de la mano de nuestro diseñador. Elegimos que no tenga imagen, y que el color, el título y los distintos elementos que componen las tapas sean los que inviten a los lectores a acercarse a cada texto.
¿Cómo ves a la editorial dentro de un año?
El momento político, económico y social que vive nuestro país no nos permite ver con mucho optimismo los próximos años. Nosotros (y todas las pequeñas editoriales) seguiremos trabajando en sostener la bibliodiversidad de la cual, de alguna manera, nos sentimos guardianas al apostar por nuevas voces y miradas. La Feria del Libro tuvo ventas por un 50% menos que la edición del año pasado, eso nos hace pensar que el futuro no es promisorio, pero nos encontrará trabajando y luchando por sostener estos espacios.
¿Qué te parece que hace la editorial para mejorar la industria?
Las pequeñas editoriales (como decía más arriba) sostenemos la bibliodiversidad, y desde Trapezoide buscamos hacer foco en la difusión de nuevas voces. También buscamos generar espacios de encuentro y difusión. Por ejemplo, junto a Esa luna tiene agua y Azul Francia creamos la FePE, Feria de Pequeñas Editoriales, que busca ser un espacio de encuentro entre autores, lectores, editores y otros trabajadores del libro para generar espacios y actividades que nos permitan sostenernos en comunidad, colectivamente. A partir de esta experiencia -que se repetirá- mantuvimos una charla María Staudenmann (Esa luna tiene agua), Diego Zanetti (Omashu) y Adriana Romano (en el doble rol de moderadora y editora de Modesto Rimba) sobre la actualidad de las Pequeñas Editoriales en la Feria del Libro de Buenos Aires. Todas estas actividades y el esfuerzo diario de sostener espacios especialmente atacados en estos tiempos son nuestro granito de arena para sostener y mejorar una industria indispensable para el desarrollo.